martes, 19 de noviembre de 2013

La luz brillante al final del túnel...

Dicen que al final de cada túnel hay una luz brillante que te invita a seguirla o que te indica que te devuelvas, para serles sincero, yo simplemente no la veo. A veces, alguna persona tira un par de chispitas que desaparecen a los pocos minutos como carbunclos. 

Lo que pasa es que entre más agua saca uno, más agua algunas personas le echan al bote (porque ni a barco ha logrado llegar), y lo peor aún es que el pobre bote está todo lleno de huecos y ni siquiera se le han podido hacer remiendos por andar remendando huecos de otros botes y remediando necesidades de otros boteros.

Lo más triste es sentir que al final, si no es alguno de los cuatro gatos que siempre nos acompañan, nadie sale en ayuda de uno, nadie levanta la mano y es más quienes pueden le lanzan basuras y envidias y le cuesta más a uno levantarse que a otras personas. 

No logro ver la luz al final del camino, ni a la mitad, ni al principio ni en ningún lugar diferente al esfuerzo que nos toca hacer para sacar a flote este bendito bote llamado Amistad. 

Lo peor de todo es que no puedo ser positivo, no lo logro, no creo en la suerte, ni creo en la ayuda, ni creo en las posibilidades, ni creo en el futuro, creo única y exclusivamente en lo que hago día a día para mejorar, para incrementar, para sacar adelante, para sacar agua. 

Lo malo es que se me ha ido endureciendo el corazón. Mi papá, les da una propina a los pisteros que llenan le ponen gasolina al carro, yo lo hacía antes, y ahora pregunto: ¿A mí quién me da ni un cinco extra solo por hacer bien el trabajo que de por sí tengo que hacer bien? 

Esa persona amable, bondadosa, dadivosa, caritativa, se ha ido muriendo poco a poco y está a punto de renacer de las cenizas (como el Fénix), más tacaño, más gruñón, más individualista, más egoista. 

No logro ver la luz al final del túnel. De ahora en adelante hay clientes internos y clientes externos y solo el que me deje algo de ganancia o me produzca, recibirá a cambio. 

Buenas noches, 

lunes, 18 de noviembre de 2013

¡A ver, a ver, cooperando con la causa!

Hola amigos, 

Hace muchos años dejé de escuchar esa consabida frase de: "A ver, a ver, cooperando con la causa", y en realidad pienso que haber dejado de decirla ha cooperado enormente con lo que, como país y como sociedad, los costarricenses somos hoy en día. 

Yo quisiera humildemente solicitarles a mis seguidores (no digamos lectores que no lo merezco aún), que me ayuden a "Cooperar con esta causa país", para ver si todos juntos logramos, darle de nuevo rumbo a nuestro hermoso y amado país. 

Me gustaría saber que voy a ver un montón de manos levantadas y unos cuantos miles de "Me Gusta" en mi facebook, diciendo y escribiendo: YO COOPERO CON LA CAUSA PAÍS. ¿Solo dígame en qué puedo ayudar? 

Todos y cada uno de los y las costarricenses, desde su propia trinchera (casa, oficina, bus, taxi, cocina, piscina, gimnasio, aula, etcétera, etcétera, etcétera), podemos levantar nuestra mano o nuestras manos y pronunciar esta frase y estar dispuesto a cumplir con su pronunciamiento. 

Nuestro país necesita gente dispuesta a mejorar en todos los ámbitos, su familia, su escuela, su trabajo, su comunidad, su barrio, su distrito, su cantón, su provincia, nuestro país.  Recordemos que todo empieza por casa. 

Yo coopero con la causa país, y vos?