En mi amadísimo país, en mi pequeña Costa Rica, la gente vive llorando por el precio de los combustibles. La gasolina súper, qué es la más cara, está hoy a 777 colones el litro y pues no es que me guste pagar esos 777 colones pero los puedo pagar porque no gasto colones en una Imperial bien fría.
La gente se lanza a las calles porque suben la gasolina 100 colones el litro y se desgarran las vestiduras y en la noche están en el bar del barrio pagando 1000 colones o más por 350 mililitros de birra. O sea por menos de la mitad de líquido, pagan casi el doble.
Antes de quejarnos porque no nos alcanza para la gasolina, pensemos en si es mejor tomar menos y transportarse mejor.
Al que no le guste, igual me vale...