El gane de hoy de la Selección Mayor Masculina de Fútbol de Costa Rica, es para mí un atolito con el dedo. Si, pues me trae un poco de felicidad al alma el que Costa Rica haya ganado ese partido.
Hoy es una de esas noches en las que preferiría cerrar mis ojos, abandonarme a las irrealidades en las que viven sumergidas otras personas y dormir como por al menos 1 semana completa para dejar que la vida pase como tiene que pasar, para tratar de ver si puedo permitir que Dios haga su obra sin tener yo que interferir en esto.
Gracias Sele por esos dos goles, son un vasito de fresco en el desierto de la vida de las cosas que no salen bien, no salen como lo planeado y más bien salen como muchas personas estarían deseando que salieran.
Si quisiera poner mi estado de este momento en facebook tendría que poner: Muy pero muy, muy agüevado mae. Así me siento, triste, decepcionado de mi mismo, agüevado, cansado, fastidiado y fastidioso, inconcluso, incompleto, incompetente y tantos otros in que ni vale la pena nombrarlos.
Lo peor es que no puedo ver el vaso medio lleno, nunca he podido, siempre lo veo medio vacío o más bien muy vacío, casi completamente vacío. En la mayoría de ocasiones me he abandonado a mi fe y es ella la que me ha hecho permanecer incolumne ante los tremendos moquetazos que me receta la vida. Pero aunque mi fe sigue intacta, mis ganas de pelear la batalla son cada día menores y a veces solo quisiera dejar que las cosas pasen y hacer lo que hacen muchos otros: Poner cara de idiotas, estupefactos y esperanzados cuando todo sale mal y decir: Bueno, no era nuestra intención que las cosas no salieran y si bien es cierto no dimos nuestro mejor esfuerzo siempre, bueno, al menos dimos un esfuerzo significativo algunas veces.
Ya le he pedido a Dios que deje, por amor a su hijo, de enviarnos las langostas de la destrucción, que tenga piedad y se vuelva hacia nosotros; que no hemos NUNCA querido hacerle daño a nadie y que más bien por buena gente, los demás cuando pueden nos majan el hocico y nos echan basura, malos pensamientos y envidias.
Estoy cansado, a punto de rendirme, a punto de tirar la toalla, a punto de dejar las cosas como están, irme a buscar un trabajito para poder vivir decentemente, para poder al menos disfrutar de una hamburguesa, sin tener que pensar si voy a tener suficiente para pagar a todos nuestros empleados y proveedores de bienes y servicios.
Mucha gente ha pasado por Amistad Institute, mucha gente le ha hecho mucho daño a Amistad Institute y hemos, siempre hemos peleado la buena batalla y probablemente la seguiremos peleando. Solamente es que de verdad estoy cansado que las cosas no salgan bien, que la gente sea arrecostada y perezosa, que nadie o casi nadie camine la milla extra, que nadie se de cuenta de sus incompetencias y sus errores, que nadie vea como se aproximan las langostas a seguir comiendo los que no les pertenece.
Padre Santo y Misericordioso, en el Nombre Poderoso de tu Hijo Jesucristo, Nombre que está sobre todo nombre, yo el más humilde de tus servidores te pido por favor que pares pronto, ya si quieres, de enviarnos las langostas y empieces por favor a enviarnos los granos, el vino, las uvas, el ganado, la leche y la miel que nos has prometido.
Amén.
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