Doña Heidy mi ex estudiante alemana de 72 años, Albert, mi nuevo amigo español de cerca de 30 años, tantos amigos y amigas que tengo de Nicaragua, de Colombia, de muchos otros países del mundo.
¿Qué culpa tienen ellos, muchos o pocos años después de las acciones de unos cuantos?
Seguimos alimentando la llama viva del odio, del racismo, de la xenofobia, de la discriminación y seguimos haciéndonos daño los unos a los otros.
No celebro el día de las culturas, pero tampoco me pongo a diz que celebrar el día del genocidio, y así en minúscula porque en mi concepción actual del mundo, no tienen importancia.
Existen diferencias entre las personas, entre las diferentes culturas; eso es algo que no se puede negar; pero igual existen diferencias entre los miembros de una misma familia de cuatro personas.
Seguimos concentrándonos en ver el punto negro en la sábana blanca. Seguimos despotricando en contra de otras culturas y al mismo tiempo utilizando para esto las facilidades que estas culturas trajeron. Quizá el desarrollo habría sido el mismo sin que vinieran los españoles, quizá los pueblos antiguos igual se hubieran desarrollado sin que hubiera existido la conquista, la colonización y la mezcla. Quizá los idiomas serían tan ricos si no se hubieran mezclado, quizá las razas serían tan hermosas si no se hubieran mezclado también.
En aquella época de la conquista y colonización española, en la época en que se dio la Segunda Guerra Mundial, mucho antes de eso y mucho después el ser humano tiende a expandir sus fronteras. De una u otra manera, si no es a la fuerza, es por medio de la mercadotecnia y la introducción de productos. Los árboles y los animales tienden a hacer lo mismo.
¿Acaso somos tan ilusos de creer que los pueblos autóctonos del continente americano no mataban también a otros humanos para conquistar sus tierras, colonizarlos y esclavizarlos?
Pues sí es cansado ver anuncios por todo lado del día de las culturas, pero también es cansado ver anuncios del genocidio.
Si no querés celebrar, no celebrés, pero no estés martillando y martillando sobre tus ideas. No puedo hacerte cambiar de parecer, solo te pido que nos concentremos en las cosas buenas que este proceso nos ha dejado.
Saludos,
Marco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario