Hay días que de verdad se pasan de hijueputas (me disculpan el francés, ahora que está de moda), hay días en que todo se revuelve y la verdad que todo (incluyendo personas) me da asco.
Con toda esta vaina de los ataques de terroristas y los contra ataques y los recontra ataques; me he dado cuenta de que al final los seres humanos todos somos, en diferente medida, parecidos, todos, unos más y unos menos, somos una mezcla de mierda con sentimientos y un poquito de inteligencia.
Orgullosos, creídos, egoístas, egotistas, mentirosos, hipócritas, mala gente (sarna), despiadados, ingratos, malagradecidos, ladrones y un sin número de epítetos que la verdad que no me alcanzarían todos los blogs del mundo para poner los adjetivos calificativos de nosotros los seres humanos.
Me he sentido profundamente triste, agobiado, cansado, desmotivado y casi a punto de sentirme deprimido (ahora el aducir depresión es una buena forma de salirse por la maldita tangente y volverse un irresponsable absoluto y patético). Me he dado cuenta que la mayoría de las personas solo ven la pinche y minúscula pajita en el ojo del prójimo y se hacen los estúpidos con la ceiba de 10 metros de circunferencia que tienen en su propio ojo.
Tengo unas reputas ganas de dejar todo tirado y mandar todo a la mismísima chingada e irme para una montaña a volverme un ermitaño (eso sí por fa con internet para al menos ver los putos partidos de La Sele que normalmente casi me provocan infartos.)
Es tan díficil decir "tiene razón" y hacer un cabrón cambio para beneficio de todas las personas involucradas en el día a día de la vida. La gente es serruchapisos, hace sarnadas y olvida lo que hizo, critica a los demás y hacen cosas peores. Somos irresponsables, impuntuales, incumplidos, vagos de mierda, descarados, criticones, conchudos y lo peor de todo es que somos los primeros en señalar eso en los demás.
Nos quitamos de encima las realidades y nos queremos vestir de gala con elogios que NO nos corresponden.
Como diría un famosísimo filósofo colombiano, personaje de la telenovela de ese mismo país: Los Reyes; "Que desgracia más infinita la mía" y yo le agrego: "Que desgraciada más infinita la mía no poder hacerme un chorro de humo, no poder volverme irresponsable o un completo CP y llegar y decirle a la gente las cosas de la forma en que se lo merecen. Pero, para mí propia desgracia y por mi propia flaqueza no puedo llegar y hablarle a la gente como se lo merece y decirle las 4 cosas que están haciendo en forma incorrecta. ¿Por qué me pasa esto? Por los dos motivos siguientes:
1. Primero que todo, me apiado de las personas y creo siempre (hasta la estupidez) que se merecen otra oportunidad.
2. Porque solo tengo dos cabrones modos de ser y de responder a las cosas: O soy un idiota demasiado buena gente, o cuando tengo la mierda hasta el cuello, exploto y me valen un carajo las otras personas y entonces no quiero llegar hasta este punto porque me afecto yo y los afectaría a ellos.
Estoy asqueado y emputado, cansado, agobiado, desmotivado, ahuevado, ostinado, hastiado, aburrido, molesto, cabroneado con las cosas y con la gente. Estoy harto de tener que estar tratando a la gente bien y que la gente sea tan putamente cabrona de ser tan cabrona como le plazca. A veces uno siente que le están dando patadas por el culo y tiene que pedir perdón por dar la espalda.
No quiero preguntas sobre por qué este post, no voy a responder de todas maneras a esas preguntas. Si vos, considerás que vos sos una de las personas que me causan todos esos sentimientos entonces por la grandísima puta, hacé algo por cambiar. Hacé algo porque las cosas sean mejores, hacé algo porque las relaciones con las personas sean mejores, hacé algo por vos mismo, ponete una mano en el corazón y otra por allá abajo y comprometete a hacer cambios que a la postre te van a beneficiar a vos mismo.
Buenas noches y ojalá que no puedan descansar porque a mí me va a costar un culo dormirme.
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