Hay una persona a quien quiero mucho y siempre le repito esa frase del título: Fortalecete vos mismo primero y entonces cuando estés fuerte vas a poder ayudar a tus seres queridos.
Siempre se la repito, a cada rato; pero NUNCA la he puesto en práctica, no he predicado con el ejemplo.
De ahora en adelante y por tiempo indefinido, me voy a dedicar a fortalecerme a mi mismo, así que lo primero que se va a poder observar son cambios en la forma en que trato a las demás personas. No crean que me voy a volver hosco o un completo desgraciado, solo que ahora voy a anteponer mis necesidades a las de los otros y una vez corregidos los errores voy a poner lo correcto de primero, luego mis necesidades y luego si queda tiempo y dinero las de los demás.
Contados con los dedos de una de mis manos (y me sobran dedos) están las personas que han sido amables, benevolentes, educadas, corteses, cabales y justas conmigo SIN QUE medie algo a cambio. Muy pocas personas han sido así conmigo solo por el hecho de que como persona me merezco un trato amable y justo de parte de los demás, principalmente porque siempre he tratado de tratar a los demás de esta manera.
Vienen vientos de cambio.
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